Después de décadas trabajando en procesos de selección, puedo decir con certeza que los candidatos recuerdan mucho más que un resultado. Recuerdan cómo fueron tratados, qué tan claro fue el proceso, si sintieron respeto por su tiempo, si recibieron feedback. Y, sobre todo, si sintieron que del otro lado había una empresa que valía la pena.
Hoy, cuidar la experiencia del candidato ya no es solo una cuestión de reputación: es una estrategia crítica para atraer, comprometer y fidelizar al mejor talento, incluso antes de que se incorpore.
¿Qué es la experiencia del candidato?
La experiencia del candidato (o candidate experience) abarca cada interacción que una persona tiene con la organización durante un proceso de búsqueda: desde la redacción del aviso hasta el onboarding (o incluso la no selección).
No se trata solo de ser “amables”: se trata de diseñar procesos justos, transparentes, coherentes con la marca empleadora y centrados en la persona.
Un estudio de Talent Board (2023) revela que el 65% de los candidatos comparten su experiencia —positiva o negativa— en redes y portales de empleo. Y que más del 40% de quienes tuvieron una mala experiencia, dejan de consumir productos o servicios de la empresa que los entrevistó.
¿Por qué importa tanto en la actualidad?
Vivimos en una economía del talento, donde las personas eligen activamente dónde quieren trabajar. Las organizaciones ya no solo evalúan a los candidatos: los candidatos evalúan a las organizaciones. Y esa percepción se construye desde el primer clic.
Según LinkedIn Talent Solutions (2022), el 80% de los profesionales afirma que la experiencia de selección influye directamente en su decisión de aceptar una oferta. Además, una buena experiencia mejora el compromiso inicial, reduce el abandono del proceso y fortalece la marca empleadora.
¿Qué esperan los candidatos hoy?
✔ Procesos ágiles y claros
✔ Información transparente sobre etapas, tiempos y expectativas
✔ Feedback personalizado (aún cuando no sean seleccionados)
✔ Comunicación respetuosa, humana y sin tecnicismos innecesarios
✔ Que se valore su tiempo y se respete su disponibilidad
¿Cómo mejorar la experiencia del candidato? Buenas prácticas
- Diseñar procesos centrados en la persona
Más allá del perfil técnico, cada candidatura es una historia profesional. El enfoque humanizado mejora la calidad de la entrevista y potencia el vínculo a futuro. - Reducir la incertidumbre
Definir etapas, plazos y responsables desde el inicio. Informar avances. No dejar al candidato “en visto”. - Dar feedback real y útil
Incluso una devolución breve puede marcar la diferencia. Según Glassdoor (2023), el 94% de los candidatos quiere recibir feedback, aunque no haya sido seleccionado. - Usar tecnología sin deshumanizar
Herramientas como ATS o videoentrevistas son útiles, pero deben estar acompañadas por comunicación clara y seguimiento humano. - Escuchar la voz del candidato
¿Cómo vivieron el proceso? ¿Qué mejorarían? Las encuestas post-proceso son una fuente de mejora continua.
La experiencia del candidato como ventaja competitiva
Las empresas que cuidan la experiencia del candidato no solo contratan mejor. También construyen relaciones duraderas, acceden a recomendaciones más sólidas y proyectan una cultura organizacional coherente con sus valores.
El talento de hoy no busca solo un empleo: busca un espacio donde ser escuchado, valorado y respetado desde el primer contacto. Y eso empieza con el proceso de selección.
Conclusión
Cuidar la experiencia del candidato no es una moda. Es una forma de hacer cultura. Es demostrar que detrás de cada CV hay una persona que merece ser tratada con el mismo respeto que esperamos cuando representamos a nuestra organización.
Porque el futuro del trabajo será más humano, o no será.